Esta es una situación en la que la mayoría de los jugadores se acobardan y se paran en sus 12 porque temen que se rompan. La conclusión es esta: contra la carta ascendente 2 o 3 de un crupier, perderá dinero a la larga, ya sea que se pare o golpee; sin embargo, perderá menos dinero al golpear (incluso a riesgo de reventar algunas veces), por lo que es la mejor estrategia.